miércoles, 7 de abril de 2010

Oscuro

A veces la penumbra me quema. Y es que no sé qué es peor.. si ésto, o lo otro.
Esa parte de mí me habla, me grita, me hace darme cuenta de que estoy pintando una enorme mancha oscura llena de garabatos que no dicen nada más que imbecilidades y tonterías.. Pero no soy yo quien hace pronunciar las palabras. No sé qué es, ni por qué.

Luego vuelvo a mí, y compadecida y enfadada me dice "esa.. también eres tú". Y me duele, serlo, y sentirlo. Me quema como el hielo, como el fuego.


Ahora ya posé la guitarra; y la he dejado a un lado, igual que ella a mí. Ya no suena. Ya no habla. Ya no me mira, ni me escucha, ni me oye, quizá ni me sienta. Pero es porque ella quiere. Y yo no quiero. Y me duele. ¡¡Y penumbra!!

Ayer descubrí muchas. Y ahora ya no tengo nada, porque ya se dejó de escuchar, porque no quiso que sonara más.

Ahora tú dime cómo! Si digo lo que digo porque es lo que debo, y lo que siento, pero en ese instante no puedo!!

Me marcho un rato, tengo que coser lo que deshago, y hacemos sangrar.


Ah, hola. Perdona, mi rincón ya tenía muchos agujeros oscuros, y estaba a punto de volverme ciega. Permíteme que deje aquí éste. Espero que no moleste mucho rato. Sólo quería sacarlo, como cuando un gato vomita una bola de pelo que él mismo lamió y tragó.

Cof, cof. Ya pasó, quizás.

domingo, 4 de abril de 2010

¿Volvemos?

jueves, 1 de abril de 2010

..y esperar.

Esta tarde cogería una tienda de campaña, la guitarra, y el móvil, y acamparía en un parque desierto, donde no hubiera nadie, y donde sólo ella, , y ella supiérais dónde está (por si acaso). Y me sentaría a esperar que pasen los días..