Bueno.. supongo que ha habido épocas mejores. Pero no puedo decir que estoy bien o que estoy mal, porque algunos momentos estoy bien, y en otros momentos estoy mal; dependiendo de lo que esté pensando.
Esta noche tenemos fiesta, funeral. Sí, la idea surgió, me lo comentaron cuando llegué, y yo también he decidido contribuir matando a alguien (o álguienes) en mi vida. LLevaremos ropa de luto y confeti. Y yo ahora me planteo si dejar morir a cierto alguien sería lo correcto, ya que si decido hacerlo significa al fin y al cabo que quiero deshechar a alguien que ha tenido tanta importancia para mí como para tener que darle importancia a su final en mi vida. Y ya sabes que eso de decirme que ha sido importante para mí es algo que ni quiero plantearme. Así que supongo que sobre las 5 de la mañana simularé que no sé qué dicen mis palabras y lo diré alto y claro (aunque lleve celebrando su muerte desde las 11 de la noche, pero sólo lo sabré a la hora en que lo reconozca).
Bien, me he planteado todas estas cosas para no pensar en otras, sin más. He decidido que la única manera y opción que tengo ahora de afrontar las cosas malas es pensando en otras, ya que ya no puede evitarse lo que he hecho.
No obstante, soy feliz. En los aspectos buenos, todo es bonito, bueno.. o casi todo, eso de la distancia sigue siendo difícil, pero tener a alguien a quien poder darle las buenas noches cada noche es algo.. maravilloso, precioso.
En los aspectos feos, hay algunos que no van mal, dentro de lo que cabe, y eso me hace sentir bien, que no vayan mal, y que seguramente vayan bien.
Yo sé que no pasaré las navidades más horribles (hubo unas que marcaron y marcarán toda nuestra vida, inevitablemente). Pero quizá éstas no sean muy bonitas, y yo tampoco tengo "nada que estudiar" ni nada de eso.. pero puede que no tenga internet si la cosa no mejora (uno de los aspectos feos). Pero al menos siempre habrá alguien al otro lado del teléfono, y a la vuelta de navidad, esperando su regalo que guardo en el cajón y en el armario.
Pero, ¿sabes qué?
Yo también soy feliz. Saber que siempre existe alguien que es feliz con mi compañía, me hace sentirme realmente bien, y lo demás.. se convierte en secundario, incluso terciario.
Seamos felices, Sandra. Incluso en los no-mejores-momentos también nos lo merecemos.. Y ellas.
Un abrazo Sandrita (})